Si tuviéramos que elegir una parte de nuestro cuerpo que utilizamos todos los días, sin duda serían nuestras manos. A pesar de eso, a menudo no les damos la atención que merecen. Actividades cotidianas como usar el móvil, teclear en el ordenador, enfrentar cambios de temperatura, la alimentación o la salud hormonal, pueden afectar negativamente la salud de nuestras uñas.
Uñas frágiles, débiles, que se rompen… ¿Te suena familiar? Si es así, seguro que has soñado alguna vez con tener unas uñas largas y fuertes, y si hemos acertado, estás en el lugar indicado.
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¿Qué puede estar causando que tus uñas estén frágiles?
La mayor parte de la estructura de las uñas está compuesta de una sustancia conocida como queratina, que también se encuentra en la piel y el cabello. Esta proteína, que tanto ama nuestro cuerpo, es esencial para su fuerza y resistencia. Sin embargo, a veces hay factores que interfieren en la producción de queratina o debilitan su estructura y ahí es cuando tus uñas se vuelven frágiles.
Lo que dicen tus hábitos diarios
- ¿Tu dieta es baja en nutrientes y alimentos antioxidantes? La falta de algunas vitaminas y minerales pueden hacer que tus uñas estén más frágiles y débiles.
- ¿Te expones diariamente a productos agresivos? Productos de limpieza, un exceso de agua o algunos quitaesmaltes pueden debilitar tus uñas y hacer que se vuelvan más blandas, llegando a romperse.
- ¿Usas herramientas de manicura muy frecuentemente? Los palitos de naranjo, cortaúñas o ciertas limas pueden dañar la capa protectora de tus uñas y debilitar su estructura.
Si has respondido ‘’sí’’ a alguna de estas 3 preguntas, no te preocupes. Todo tiene solución: el camino hacia unas uñas sanas reside en el cuidado diario que les brindes.
¿Cómo conseguir unas uñas largas y fuertes? 5 tips infalibles
1. Si te haces la manicura en casa…
Todas lo hacemos, sin embargo, hay un par de consejos a tener en cuenta si sueles hacerte tu propia manicura y que tus uñas agradecerán:
- No abuses de la acetona: es una solución rápida y eficaz, pero intenta evitar tenerla mucho tiempo sobre la uña, utilizando un algodón con la cantidad justa. La acetona puede provocar la deshidratación de las uñas, haciéndolas más frágiles a largo plazo. Si puedes, escoge siempre un quitaesmalte sin acetona.
- Usa una lima suave: lo sabemos, las limas duras pueden parecer más atractivas a simple vista, y son más fáciles de limpiar, pero pueden ser muy agresivas. Opta por una lima suave y evita los movimientos hacia adelante y hacia atrás para evitar que las uñas se abran a capas. Lima siempre en una sola dirección, desde el borde hacia el centro, por cada lado.
- No cortes tus cutículas: es muy tentador, pero no es lo más recomendable. Cortar tus cutículas no solo puede irritarlas, sino que también expone tus uñas a infecciones. Es mejor evitar el riesgo de infección y, si es necesario, dejar el recorte a profesionales.
Cuando tus cutículas están dañadas, tus uñas pueden ser más propensas a sufrir infecciones. Y además, unas uñas fuertes y largas lucen mucho mejor acompañadas de unas cutículas bien cuidadas.
2. Las uñas, al igual que la piel, necesitan nutrientes
Somos lo que comemos, y esto también se aplica a la salud de tus manos. Desde vitaminas hasta minerales, tu dieta juega un papel fundamental en como se ven tus uñas. ¿Una manera natural de fortalecerlas desde adentro hacia fuera? Incorpora en tu día a día alimentos esenciales y ricos en biotina, vitamina E, zinc y hierro.
- Biotina: podrás encontrarla en las nueces, almendras, huevos o aguacates.
- Vitamina E: en aceites vegetales, semillas de lino, frutos secos, espinacas o brócoli.
- Zinc y hierro: en legumbres, pollo o pescados, por ejemplo.
Y recuerda, ¡bebe agua! Es una de las mejores cosas que puedes hacer para mantener tu piel y tus uñas bien hidratadas.
3. Las manos también importan
No te olvides de cuidar tus manos tanto como tus uñas, ya que la falta de hidratación puede ir de la mano (nunca mejor dicho). Te recomendamos que utilices una crema hidratante para manos varias veces al día, especialmente después de lavarlas.
¿Un buen momento? De noche mientras ves tu serie favorita o por la mañana, después de terminar tu rutina facial diaria.
4. ¡Dales un respiro!
De vez en cuando, tus uñas necesitan un respiro. Respirar. No es que el esmalte de uñas en sí sea malo, pero sí que podemos tener una mala manicura, o cuidado de nuestras uñas en general. En Elle nos lo explican así:
‘’Sí, sabemos que un buen diseño de uñas siempre es tentador, pero a veces un descanso también es más que necesario. El precio a pagar es alto si no: estaremos muchos más meses de los deseados sin poder pasar por el salón de manicura’’.
Con paciencia y mimando tu base natural, podrás tener uñas sanas, fuertes y bonitas antes de dar rienda suelta a la creatividad. Cuando tus uñas ya se vean saludables y fuertes, podrás volver a pensar en el esmalte.
5. Hola fortalecedor de uñas
El último consejo es que añadas a tu rutina un fortalecedor de uñas. Este tipo de productos asegura que estén hidratadas tanto la uña como toda la estructura que la rodea. ¿La clave? Buscar fórmulas con ingredientes que estén naturalmente presentes en tus uñas, para ayudar a mejorar su producción y rendimiento.
Nuestra recomendación: ISDIN Si-Nails, con ácido hialurónico, aceite de lentisco y silicio orgánico.
Su acabado invisible de rápida absorción devuelve el aspecto natural a las uñas y cutículas. Su fácil aplicación, gracias a su formato “click-pen”, permite aplicarlo con un solo clic y en cualquier lugar. ¡Hola, uñas saludables!
Consejo de experto: acuérdate de aplicarte cada día el producto y sigue esta rutina durante al menos 14 días. Verás como tus uñas y cutículas mejoran. ¡Si sigues y lo utilizas durante 1 o 3 meses conseguirás incluso mejores resultados!
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.