Envejecer es vivir, así lo transmite el well-aging. Que no es otra cosa que la tendencia que anima a valorar el paso del tiempo como algo positivo. Con cada año que pasa, no solo sumamos experiencias y recuerdos, sino que también cultivamos una sabiduría única sobre la belleza.
Aunque, seguro que a lo largo del camino te surgen dudas. ¿A qué edad empieza a envejecer la piel? ¿Qué sucede cuando mi piel deja de producir colágeno? ¿Necesito una mayor hidratación con el paso de los años? Hay muchas preguntas y una respuesta que forma parte de todas: tu piel va a experimentar diferentes períodos en los que adaptar tu rutina de cuidado de la piel será clave.
Hoy, hablamos con expertos y conocedores del sector para saber los cambios por los que han pasado y cómo tú puedes conectar con ellos. Porque todos estamos en el mismo camino y no hay nada de malo en envejecer.
Índice de contenidos
Un envejecimiento saludable, bonito y natural
Para entender qué pasa en tu piel cuando cumples años, primero tenemos que hablar de su proceso de envejecimiento. ¿Sabías que las tres capas principales de tu piel (epidermis, dermis, hipodermis) están unidas por tejidos conectivos? Lo que sucede con la edad es que este tejido se va viendo afectado por la pérdida de elasticidad. Y, con esta pérdida, tu piel se vuelve más fina, dando paso a la flacidez y reduciendo la capacidad de su reparación natural.
Y ojo, porque esta reparación natural es la clave para combatir los signos del envejecimiento de la piel. Esta sufre oxidación cada día, un proceso natural causado por diferentes factores internos y externos que pueden acelerar el proceso de envejecimiento. El well-aging apuesta por una belleza que irradie autenticidad y naturalidad. Por eso, para mitigar los efectos del exposoma es necesario emprender un viaje que te lleve a conocer tu piel a lo largo de los años.
Es hora de embarcar
Apúntate este mantra. Tengas la edad que tengas, tu piel siempre necesitará cuidados básicos: limpieza, hidratación y, lo más importante, protección solar. Estos tres pasos te servirán para cuidar y reparar tu piel día a día.
¿Qué hace la limpieza por tu piel?
Día tras día, tu piel se enfrenta a numerosos desafíos como la suciedad, el exceso de sebo, la polución o el maquillaje, entre otros. La limpieza juega un papel crucial en este escenario diario, actuando como el primer paso defensivo al eliminar eficazmente estas impurezas de la superficie de la piel y de los poros.
Además, una piel limpia prepara la piel para recibir y maximizar los beneficios de los productos de tu rutina, asegurando que sus ingredientes activos penetren profundamente. Pero sobre todo, una rutina de limpieza regular contribuye a preservar el equilibrio del pH de la piel, un balance esencial para que la barrera cutánea esté saludable y sea capaz de defenderse contra agentes externos nocivos.
¿Qué hace la hidratación por tu piel?
Tu piel no solo lucha contra el mundo exterior, también tiene que encargarse de sus propias batallas, como la pérdida de agua transepidérmica (TEWL). Este proceso, natural e inevitable, regula la cantidad de agua que la capa córnea de tu piel evapora cada día. Cuando tu barrera cutánea no está en su mejor estado, puedes perder más agua de lo que deberías, lo que resulta en una piel deshidratada.
Aquí es donde entra en juego la hidratación, porque no solo es vital para equilibrar la TEWL, sino para mantener tu piel rebosante de juventud, suavidad y flexibilidad. Los productos hidratantes, como los humectantes, trabajan atrapando la humedad en la piel, lo que ayuda a mantener su elasticidad y volumen.
¿Qué hace la protección solar por tu piel?
Vamos a contarte algo muy importante: incluso en días nublados o en interiores, los rayos UV pueden penetrar y alcanzar las capas más profundas de la piel. ¿Las consecuencias? La exposición prolongada al sol causa daños tanto a corto como a largo plazo. A todos nos suenan las quemaduras solares, pero ¿qué hay del envejecimiento prematuro o el aumento significativo en el riesgo de desarrollar cáncer de piel? Todos estos riesgos se pueden minimizar usando fotoprotección a diario.
Estos 3 básicos siguen siendo efectivos a medida que cumples años, pero el proceso de envejecimiento puede introducir nuevas necesidades para tu piel. Además, ten en cuenta que tu piel tiene memoria: esos excesos que ha sufrido tu piel a los 20 pueden empezar a aparecer a los 40. Por eso, debes cuidar tu piel desde la época más joven. ¿Empezamos?
Tu piel a los 20
Acabas de terminar tus estudios, encuentras tu primer trabajo y disfrutas de tu tiempo libre viajando con amigos y haciendo alguna que otra locura. En esta década, tu piel también vive su golden time: mantiene su elasticidad y firmeza, la producción de colágeno y elastina es alta, y el acné tiende a disminuir.
Una perspectiva real
“Las arrugas se previenen a los 20, porque más tarde pasaremos de la prevención a la corrección”. Alessandro De Luca, Medical Marketing Specialist, habla alto y claro sobre la importancia de cuidar la piel en este momento vital porque “aquí empiezan los cambios”. ¿Y cuáles son? “La producción de colágeno empieza a disminuir —aunque muy poco—, se reduce la hidratación y el poder de la función barrera, lo que puede provocar una mayor sequedad de tu piel”.
Justamente este último fue uno de los primeros síntomas que él empezó a notar. Por eso, Alessandro nos recomienda la importancia de ser constantes con una buena hidratación para prevenir la futura deshidratación que sufrirá tu piel. Tu aliado será el ácido hialurónico que puedes encontrar tanto en sérum o en crema, como en la fórmula de tu fotoprotector de uso diario.
Es hora de saberlo todo sobre tu piel a los 20.
Tu piel a los 30
Sigues siendo imparable, pero tu piel ya no lo es tanto. Además, tu carrera profesional crece y con ella las responsabilidades ¡y el estrés! Sin quererlo, tu piel empieza a parecer más cansada, menos luminosa y… Las patas de gallo te dicen hola. ¿Por qué? Porque a partir de los 30 (tranquila, no será el mismo día de tu cumpleaños) la capacidad regenerativa de tu piel disminuye drásticamente. Las células de tu piel se van almacenando en tu dermis paulatinamente, dejándola más deshidratada y propensa a tener arrugas.
Una perspectiva real
“¿Lo primero que noté? Las líneas de expresión más acentuadas”, confiesa Alba Villanueva, Dermalab Manager de ISDIN. Este es el momento: añade a tu rutina diaria productos enfocados en reparar y prevenir los primeros signos del envejecimiento de la piel. Como los contornos de ojos; si no los estabas usando ya, Alba te lo cuenta todo sobre cómo aplicarlos correctamente.
Además, también nos ha contado como el ácido hialurónico nunca ha abandonado su rutina. “Las cremas con ácido hialurónico son perfectas para hidratar la piel de manera más profunda. En mi rutina no faltan”, confiesa Alba.
Tu piel a los 40
Este es el momento en el que te das cuenta de que la juventud no es eterna. Tu carrera profesional se asienta y las noches (o más bien tardes) locas pasan a ser menos locas. Pero, y tu piel, ¿cómo vive este cambio de decenio? Tu piel empezará a mostrar los primeros signos de flacidez, por la pérdida más acentuada de la elastina y el colágeno.
Una perspectiva real
“Lo primero que empecé a notar fue su fragilidad. Antes, los cambios de estación, por ejemplo, no me afectaban tanto”, explica Greg Cameron, Brand Guardian Manager en ISDIN. “Además, también empecé a notar más las líneas de expresión que aparecen por las risas y los buenos momentos. ¡Y todos esos veranos bañados de sol! Porque no se puede olvidar que la piel tiene memoria”, subraya.
Los antioxidantes y el retinal son algunos de los ingredientes clave que deberás añadir a tu rutina. “Ahora, tengo que tener más cuidado con el daño oxidativo producido por la polución y otros radicales libres. En mi rutina no puede faltar por las mañanas Flavo-C Forte, un sérum que revitaliza, ilumina y ayuda a disminuir los signos de fatiga de mi piel. También utilizo Retinal Intense por las noches: el aliado perfecto para reducir visiblemente las arrugas gracias a su fórmula con retinaldehído y bakuchiol”.
¿Buscas una rutina paso a paso sobre el cuidado de la piel a los 40?
Tu piel a los 50
En tu vida, los recuerdos se acumulan, y en tu piel también. Las arrugas dinámicas empiezan a formarse desde edades muy tempranas, y ahora en tu rostro se marcan las emociones, las veces que te has reído y cómo te has expresado a lo largo de los años.
Una perspectiva real
“Piel seca, deshidratada, pérdida de firmeza, arrugas más profundas, cambios en la coloración de la piel, léntigos solares… Somos más conscientes de la necesidad de llevar un estilo de vida saludable y una rutina del cuidado de la piel a diario”, cuenta Aurora Garre, Medical Marketing Manager.
Además, en tu rutina es esencial incluir dos pasos clave, tal como nos ha enseñado Aurora: ‘’Dermocosméticos para prevenir y tratar las manchas, y fotoprotección específica con agentes fotoreparadores’’.
Eterna juventud
¿Qué pasa a partir de ahora? Sentirse bien por fuera y cuidar tu piel es importante, pero sentirse joven es algo que también se lleva por dentro.
Es comprensible que nos preocupemos por nuestra apariencia externa, pero la felicidad y la vitalidad se reflejan en nuestra piel de una manera única. El well-aging te invita a disfrutar de cada etapa, encontrar felicidad en las pequeñas cosas y alegría en cada arruga. Y sinceramente, nos encanta; porque una piel cuidada es una piel bonita, tengas la edad que tengas.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.