Una piel sana, bonita, luminosa y con textura uniforme, ¿qué puede tener en común con la caña de azúcar? Esta planta no solo nos llena de endorfinas y energía, también nos regala el ácido glicólico, uno de los ingredientes preferidos por dermatólogos y farmacéuticos.
La gran pregunta es: ¿qué tiene este alfa hidroxiácido de origen natural que enamora día sí y día también a los expertos? Bien, el ácido glicólico es un ingrediente multitasking por excelencia. Por eso, vamos a contarte todos sus beneficios y cómo incluirlo en tu rutina. El viaje hacia una piel radiante comienza ahora, ¿lista para embarcar?
Índice de contenidos
¿Qué es el ácido glicólico?
ÁCIDO GLICÓLICO
¿Qué es? Es un tipo de alfa hidroxiácido (AHA) derivado de la caña de azúcar.
¿Qué hace? Ayuda a estimular la renovación de la piel, exfolia las células muertas, mejora la textura y aporta luminosidad, además de disminuir el exceso de seborrea y la presencia de puntos negros.
¿Para quién es? Dependiendo de la fórmula cosmética final, podría emplearse para todos los tipos de piel. Lo mejor es empezar a usarlo de forma gradual, sobre todo si tienes la piel sensible.
Cómo usarlo: utilízalo por las noches sobre la piel limpia en sérums, cremas o exfoliantes químicos.
Va genial con: ingredientes como el ácido hialurónico, la niacinamida o el bakuchiol.
No lo combines con: espacia el uso de productos de vitamina C (opta por la vitamina C por la mañana y el ácido glicólico por la noche). En cuanto al retinal, considera alternar las noches utilizando el método de skin cycling o según recomendación de tu dermatólogo.
Descúbrelo en: Isdinceutics Glicoisdin y Acniben Body.
¿Qué tiene el ácido glicólico de especial?
Si bien es un alfa hidroxiácido, es uno de los más especiales. Entre todos ellos, el ácido glicólico es el más simple en estructura y el más pequeño, es decir, tiene el peso molecular más bajo. ¿Por qué te interesa esto? Sus características le permiten penetrar fácilmente en la piel y llegar a las capas más profundas, ayudando a regenerarla desde el interior. Uno de sus puntos fuertes es precisamente ese: actuar en todas las capas de tu piel.
Así es como el ácido glicólico actúa
- Como exfoliante: actúa sobre el estrato córneo (la capa más externa de la piel). En esta capa, el ácido glicólico disuelve las uniones que mantienen unidas a las células de la piel muerta o envejecida. Al romper estas uniones, facilita la eliminación de las células muertas de la superficie de la piel.
Los beneficios para tu piel: el resultado es una exfoliación suave que ayuda a que tu rostro este más fresco y luminoso.
- Como agente en la renovación de la piel: penetra en las capas más profundas y estimula los fibroblastos en la dermis para producir mayores cantidades de colágeno.
Los beneficios para tu piel: al estimular la producción de colágeno, ayuda a que la piel se sienta más firme y minimiza la apariencia de líneas finas y arrugas. El resultado será una piel más suave, radiante y de tono uniforme.
- Como controlador del exceso de sebo: al exfoliar la piel y estimular la renovación celular, el ácido glicólico puede ayudar a regular la producción de sebo y a reducir la apariencia de los poros dilatados. ¡Una opción ideal si pensamos en las pieles grasas!
Los beneficios para tu piel: ayuda a las pieles con tendencia acneica al mantener los poros limpios y reducir la acumulación de células muertas que pueden obstruirlos, así como a mejorar las manchas causadas por acné anterior.
Y si bien todos estos beneficios pueden obtenerse a la vez, una de las ventajas que ofrece el ácido glicólico es que puedes utilizar concentraciones más altas o más bajas según el beneficio que quieras para tu piel.
¿Qué concentración de ácido glicólico libre es la adecuada para ti?
Escoger la concentración de ácido glicólico adecuada es muy importante, porque según una u otra se obtienen beneficios distintos. Las concentraciones más bajas son ideales para una exfoliación suave, mientras que las concentraciones más altas son la respuesta para combatir manchas, arrugas o imperfecciones. Esto es lo que tienes que tener en cuenta a la hora de escoger:
Concentraciones ligeras
Una concentración de ácido glicólico libre inferior al 4% se considera baja y genera una exfoliación suave, siendo ideal para aquellas que deseen incorporarlo por primera vez en su rutina o para personas con piel seca que buscan mejorar la elasticidad y luminosidad de su piel.
Concentraciones moderadas a intensas
Una concentración de ácido glicólico libre entre el 4% y el 8% se considera de nivel medio, y su uso continuado ayuda a reducir visiblemente las arrugas y a unificar el tono de piel.
Una vez que tu piel se acostumbre, puedes probar una concentración de ácido glicólico libre entre el 8% y el 10%. Ideal para aquellas personas que ya tienen experiencia y quieren acentuar los signos de envejecimiento.
Otras opciones
También existen concentraciones bastante altas, llegando incluso al 20%, pero solo están disponibles bajo prescripción médica, especialmente en situaciones de acné severo o psoriasis, entre otros. El mejor consejo en estos casos es que hables con tu dermatólogo sobre cuáles son las mejores opciones para tu piel.
Ahora que ya sabes la teoría, es hora de pasar a la práctica. ¿Con qué frecuencia debes exfoliar tu piel? Nunca hay una única respuesta a esta pregunta, ya que puede variar según tu tipo de piel y la concentración del producto que estás utilizando. Sin embargo, lo normal es comenzar exfoliando tu piel una vez a la semana y mantenerlo o aumentar a 2 veces según el tratamiento que estés buscando.
Cómo introducir ácido glicólico en tu rutina
Independientemente de tu tipo de piel o de tus objetivos de skincare, lo mejor es comenzar siempre con productos que posean una baja concentración de ácido glicólico. A medida que tu piel se acostumbre, podrás aplicar una mayor concentración (si es que tus necesidades así lo exigen).
E independientemente de tu elección final, hay una serie de consejos que son comunes a todas las concentraciones y tipos de productos: la limpieza, la combinación con otros ingredientes de tu rutina y la protección solar.
Una piel limpia es lo primero
Una piel limpia es como un lienzo en blanco, proporcionándote la base perfecta para que todos los productos de tu rutina funcionen según lo esperado. Por eso, independientemente de si eliges el ácido glicólico en forma de sérum, exfoliante o gel crema, el primer paso siempre debe ser la limpieza.
¿Para obtener los mejores resultados? Utiliza un limpiador suave que no solo limpie, sino también hidrate tu piel antes de someterla a la exfoliación.
Combínalo con los ingredientes adecuados
El ácido glicólico, a pesar de sus beneficios, sigue siendo un ácido en sí mismo, y al igual que con cualquier otro ingrediente, existen combinaciones que es mejor evitar. ¿Una regla simple? Evitar su uso en combinación de otros ácidos fuertes, cómo el ácido salicílico o el ácido láctico, lo único que harán estas mezclas es sobre exfoliar tu piel y eso no nos interesa.
En general, no tendrás problema al introducirlo en tu rutina junto con tu contorno de ojos favorito o tu crema hidratante de confianza, pero, ante cualquier duda, consulta siempre los ingredientes con tu dermatólogo.
¿Una combinación que nos encanta? Las formulaciones con ácido hialurónico o aloe vera, ya que proporcionan un efecto hidratante y calmante que es ideal para ayudar a la piel en el proceso de renovación.
El fotoprotector no puede faltar
El fotoprotector es un must en cualquier rutina, incluya exfoliación o no. Sin embargo, cobra especial sentido en los días posteriores al uso del ácido glicólico, ya que tu piel puede estar más sensible en general, y, por tanto, al sol; aumentando los riesgos de la radiación solar y la aparición de manchas solares.
Un protector solar de amplio espectro te protege contra esto y más. De hecho, es el último paso perfecto en tu rutina, sellando todos los productos anteriores y preparando tu piel para salir de casa o aplicar maquillaje.
Siguiendo estos 3 consejos, incluir ácido glicólico en tu rutina nocturna de skincare será un éxito asegurado.
¿Quieres saber algo más?
¿Puede el ácido glicólico dañar la piel?
El ácido glicólico no deja de ser un ácido, y si se usa en exceso o de manera agresiva, tiene el potencial de causar daño. Pero en las concentraciones y frecuencias adecuadas, el ácido glicólico es un ingrediente ideal. Si se sigue una preparación adecuada de la piel y se utiliza fotoprotector durante el día, no debería haber ningún problema.
¿Para qué personas está indicado?
La verdad es que el ácido glicólico puede ser una maravilla para todo tipo de pieles, pero ¡ojo!, todo depende de lo que necesites. Y si tienes la piel muy sensible, es muy importante que busques fórmulas y concentraciones suaves, además de realizar pruebas de parche y consultar los productos con tu dermatólogo. Tu piel es única, así que es esencial ser cuidadosa y adaptar tu rutina según lo que mejor funcione para ti.
¿Qué es más efectivo: ácido glicólico o retinal?
Depende completamente de tus objetivos. El ácido glicólico es perfecto para hacer exfoliaciones químicas y mejorar la textura de la piel, mientras que el retinal es genial para estimular el colágeno y ayudar a reducir las arrugas. Ambos ingredientes son súper efectivos y no faltan en los neceseres de los amantes del skincare. ¿La mejor parte? ¡Pueden complementarse entre sí! Así que puedes usar ambos (en días alternos) y obtener lo mejor de los 2 mundos.
Este ingrediente nos ofrece tantos beneficios… Exfolia, ilumina y ayuda con la renovación celular. ¿Quién hubiera pensado que la caña de azúcar nos regalaría algo tan efectivo?
Y tú, ¿ya conocías este ingrediente o será la primera vez que lo introduzcas en tu rutina? No importa en qué punto te encuentres, nunca es tarde para dar el paso hacia una rutina de cuidado de la piel que te haga sentir radiante (por dentro y por fuera).
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.