¿Qué es una crema facial?
<p>Las cremas faciales se formulan a partir de una emulsión de agua y aceite. Su principal finalidad es que la barrera natural de la piel mantenga su hidratación y elasticidad. Entre sus beneficios más destacados está el de proteger la piel del rostro, evitando que sufra alteraciones como sequedad e irritaciones. La textura de una crema facial es una de sus propiedades más reseñables y dependerá de la proporción de aceite que contenga. Las lociones, las texturas fluidas y las texturas en gel tienen una mayor cantidad de agua y son más ligeras, lo que aporta una sensación de frescor y facilita su absorción en la piel.</p><p><br></p><p>Por otro lado están las texturas de tipo bálsamo, formuladas con una mayor relación de compuesto oleoso. Esta característica las hacen más untuosas en el momento de la aplicación, una propiedad que no impide la existencia de fórmulas oleosas de rápida absorción y efecto refrescante.<br>
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¿Qué beneficios aporta una crema facial?
<p>El beneficio más destacable de una crema facial es proteger la piel y ayudar a mantener su función barrera en buenas condiciones, un aspecto importante para la salud de una persona si tenemos en cuenta que la piel es mayor órgano del cuerpo humano.</p><p><br></p><p>La piel está sometida a una gran cantidad de agresiones externas como la radiación UV, la luz azul emitida por las pantallas, la suciedad, la contaminación ambiental y muchos otros elementos con los que estamos en contacto a diario.</p><p><br></p><p>Establecer una rutina de cuidado de la piel que incluya una crema facial adaptada a tus necesidades te ayudará a mantener la función barrera, previniendo la sequedad cutánea y preservando unos niveles óptimos de hidratación.</p><p><br></p><p>Las cremas faciales también pueden estar formuladas para satisfacer necesidades concretas. Puedes encontrar soluciones específicas que ayudan a prevenir los signos visibles de la edad, a promover la firmeza de la piel o a recuperar su luminosidad. Si tienes claro qué beneficios buscas en una crema facial hidratante, te resultará más fácil encontrar las que necesitas.<br>
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¿Cuál es la mejor crema facial?
<p>La mejor crema para el rostro es la que se adapta a tu tipo de piel y te proporciona soluciones concretas a las preocupaciones que tengas en cada momento. Independientemente de tus necesidades, es recomendable buscar una crema facial que empiece por mantener la barrera natural de la piel hidratada y protegida.</p><p><br></p><p>Es también muy importante elegir una crema que se adapte a tu tolerabilidad. Por eso, lo primero que debes conocer es qué tipo de piel tienes. Básicamente, los tipos de piel son los siguientes:</p><ul><li><strong>Piel normal</strong>: tiene una textura uniforme y no presenta imperfecciones, manchas ni poros abiertos. Entre sus características destacan el equilibrio, la suavidad y la resistencia.</li><li>
<strong>Piel grasa</strong>: tiene una producción de grasa excesiva, por lo que se ensucia con facilidad. Tiende a presentar imperfecciones, granos, brillos y poros dilatados</li><li>
<strong>Piel mixta</strong>: es una piel con cierto desequilibrio debido a que tiene un exceso de sebo y brillos en las áreas de la frente, nariz y mentón, mientras que la piel del resto de la cara tiende a ser normal o seca.</li><li>
<strong>Piel seca</strong>: sus glándulas sebáceas producen menos grasa, por lo que su capacidad de retención de agua es limitada y tiende a carecer de hidratación suficiente. Suele manifestar descamación y enrojecimiento, ocasionando sensación de irritación y picor. Está más expuesta a la aparición prematura de arrugas y líneas de expresión.</li></ul><p><br></p><p>El tipo de piel es un punto de partida elemental a la hora de elegir una crema facial hidratante, pero hay que tener en cuenta factores más concretos como la edad o las necesidades de cada persona. No exigirá las mismas soluciones una piel joven que una piel más madura, ni alguien que quiere prevenir el fotoenvejecimiento y recuperar la firmeza de la piel que una persona que busca unificar el tono o promover la luminosidad del rostro.</p><p><br></p><p>A veces la piel presenta condiciones anormales que pueden ser puntuales o prolongadas. Si tu rostro presenta alteraciones cuyos síntomas coinciden con afecciones como la rosácea, el acné o la dermatitis atópica, entre otras, es recomendable que acudas al médico para que valore tu caso y te indique la pauta a seguir.<br>
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¿Cuándo debes aplicar la crema facial?
<p>En la rutina de cuidado de la piel, el orden de los factores sí altera el producto. Por eso es importante que apliques tu crema facial en el orden que le corresponde.</p><p><br></p><p>Lo primero es realizar una limpieza suave y profunda de la piel para que absorba con facilidad el resto de productos y aprovechar así todos sus beneficios. A continuación le toca el turno a un específico: el contorno de ojos. Y después, es el momento de aplicar los productos con texturas más ligeras como el sérum.</p><p><br></p><p>Llega el momento de la crema facial hidratante, un cosmético que suele tener una textura más densa que los productos que la preceden. Esta secuencia de menor a mayor densidad de texturas facilitan que la piel absorba de forma eficiente todos los productos. Ayúdala intercalando un tiempo de espera de unos segundos entre una y otra aplicación.<br>
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¿Cómo aplicar correctamente la crema facial?
<p>La manera de sacarle todo el partido a tu crema facial es aplicarla correctamente. Dosifica cantidades pequeñas en el rostro, cuello y escote y a continuación extiéndela aplicando un masaje suave hasta que el producto se haya absorbido por completo.</p><p><br></p><p>Si quieres aplicar tu crema facial hidratante con mayor precisión, sigue los siguientes pasos según las zonas.</p><ul><li>
<strong>Frente</strong>: aplica la crema facial desde el centro de la frente y extiéndela con los dedos hacia las zonas exteriores.</li><li>
<strong>Nariz</strong>: empieza por el tabique y finaliza aplicándola en los senos nasales laterales.</li><li>
<strong>Mejillas y mentón</strong>: comienza por el medio de la barbilla y vete extendiendo la crema con las yemas de los dedos hasta la orejas</li><li>
<strong>Cuello y escote</strong>: se trata de áreas de piel sensible donde no siempre se aplica la crema facial, ya sea por desconocimiento u olvido; pero son zonas que deben incluirse siempre en la rutina. Realiza un suave masaje mientras aplicas la crema utilizando ambas manos con movimientos descendentes desde el cuello hasta el escote.</li></ul>