Aunque es muy divertido pasar un día en remojo, el cloro del agua y la radiación solar pueden hacer que nuestra piel se resienta. Pero no te preocupes, te traemos la rutina ideal con la que podrás disfrutar de la piscina a todo confort cuidando tu piel en la piscina. ¡Sigue leyendo para saber cómo!
Índice de contenidos
1. ¡A la piscina se entra con la piel limpia!
Todos hemos visto alguna vez a alguien que entra a la piscina con maquillaje y al salir del agua parece que le ha pillado un tornado. No sólo es antiestético, es muy perjudicial para la piel puesto que la combinación “Cloro + Productos de maquillaje” puede causar irritaciones y obstrucción en los poros. Si limpias tu piel con productos suaves y fáciles de usar como ISDIN Micellar Solution (que, además, te aporta un extra de cuidado porque es hidratante) verás como tu piel te lo agradece.
2. Bajo el sol, como siempre, fotoprotégete bien
No nos cansaremos de repetirlo: una piel sana se consigue con una correcta fotoprotección. Busca el fotoprotector (¡o fotoprotectores según la zona!) que más se adapten a tus necesidades y a las de tu piel. Aplícalos como mínimo cada dos horas o cada vez que te mojes, seques o sudes. ¿Todavía no sabes qué fotoprotector es el ideal para ti? ¡Descúbrelo!
3. ¡Quítate el cloro lo antes posible!
Aunque es un elemento antiséptico muy importante para que las piscinas se mantengan limpias, el cloro es irritante para tu piel y cabello. No queremos con esto decir que te vayas a pelar simplemente por entrar a una piscina, pero es fácil que sientas que tu piel pierde su hidratación y elasticidad tras un baño.
Recuerda aclararte con agua sin cloro abundante nada más salir de la piscina para evitar este efecto.
4. Agua micelar, sí, ¡otra vez!
Por mucho que te limpies con agua clara en la ducha al salir de la piscina, en tu piel pueden quedar residuos y restos de cloro que pueden seguir irritándote si no se eliminan correctamente. Coge de nuevo tu agua micelar y asegúrate de limpiar toda la piel de tu rostro, cuello y escote. Tu piel lo notará, ya verás.
5. After pool, After Sun
Tras un día en la piscina al sol, tu piel se puede sentir tirante o incluso haberse quemado (¡seguro que la próxima vez no te olvidarás del fotoprotector!). Ayúdala a recuperarse de las agresiones solares con un buen After Sun hidratante. Además, conseguirás alargar tu bronceado puesto que, al mantener tu piel hidratada, hará que te mantengas con ese tono de piel dorado que tanto te gusta durante más tiempo.
Truco especial: Guarda tu After Sun en la nevera (¡nunca en el congelador!) para que, al aplicarlo, te refresque todavía más. Ya verás como, si lo pruebas, repetirás.
6. Recupera la hidratación perdida
El último paso para ayudar a tu piel es crucial porque permitirá que se recupere en profundidad: nútrela. No olvides beber agua y aplicar un buen producto hidratante, incluso si la tienes con tendencia grasa. Regularás la producción de sebo y reequilibrarás la piel, en especial la delicada piel de tu rostro, que es la que más sufre en situaciones como ésta.
¡Sigue estos pasos y verás como este verano tu piel en la piscina estará más radiante que nunca!
Artículo escrito y revisado por:
Nuestro homónimo encarna el espíritu de abrazar la vida y todas sus maravillas. Como periodistas especializaciones en la salud y bienestar de la piel, exploramos temas que vigorizan los sentidos y mantienen viva la curiosidad. Creemos que una piel radiante es el resultado de un cuerpo y una mente saludables. Tejiendo belleza con ciencia, nuestro objetivo es inspirarte a vivir joven en cada edad.