Finales de verano, revives los mejores momentos con tus amigas y surge el tema: “mi melena no es la misma que en junio”. Seguramente todas estén de acuerdo, y es que los rayos solares, la sal del mar, la arena, el cloro de las piscinas, el viento y el calor son factores que, sin la adecuada protección, pueden deteriorar la fibra capilar y debilitar el cabello.
Es una escena que vemos año tras año y que puede tener una fácil solución, ya que del mismo modo que protegemos y cuidamos nuestra piel en verano, debemos proteger el pelo del sol y de otros agentes externos para ayudar a evitar su caída y mantenerlo sano.
Hoy, te contamos cómo hacerlo, para que el próximo septiembre, esa conversación sea diferente.
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¿Por qué se te estropea el pelo en verano?
El verano es sinónimo de planes al aire libre que nos encantan: bañarse en el mar, pasear por la playa, un chapuzón en la piscina, tomar el sol con amigos, tardes de terraza… En cada uno de estos momentos, nuestra melena está expuesta de manera prolongada al sol, lo que puede dañar la cutícula del cabello y, en ocasiones, dejarlo seco y sin brillo. Pero hay más:
- Agua del mar: has pasado un increíble día de playa y cuando llegas a casa notas tu melena más seca de lo normal. Nos ha pasado a todas, el agua salada puede eliminar los aceites naturales que tu cabello produce, haciendo que esté más deshidratado y difícil de peinar.
- Cloro: este agente desinfectante, tan necesario en las piscinas, puede tener los mismos efectos que el agua del mar, eliminando los aceites naturales del cuero cabelludo y del cabello, dejándolo seco y propenso a la rotura. Además, si tienes el cabello teñido, el cloro puede causar decoloración.
- Viento: la brisa sienta de maravilla en días calurosos, pero cuando el viento sopla con fuerza puede despeinar la melena y enredarla fácilmente. Además, el viento puede transportar partículas de polvo y contaminantes que se depositan en el cabello.
Pero un verano no sería un verano sin agua, sol y playa. Por eso, compartimos contigo 6 consejos que nunca fallan en esta época tan especial del año.
1. Fortalece tu cabello desde dentro
Las madres llevan haciéndolo toda la vida: desde que somos pequeños, hemos pasado veranos enteros comiendo frutas de temporada, frescas y llenas de agua. Sandía, melón, cerezas, peras… No solo nos las daban para combatir el calor, también porque son una fuente de vitaminas, justo lo que tu pelo necesita.
A veces, el ritmo de vida actual nos dificulta seguir una dieta rica en todos los nutrientes que deberíamos proporcionar a nuestro organismo para mantenerlo sano; una salud de la que también depende nuestro cabello. Por eso, una excelente idea es añadir un complemento alimenticio a tu dieta, para asegurarte de que tu cabello reciba todos los nutrientes que necesita.
2. Hablamos de gorros y pamelas
Las pamelas y los gorros actúan como una barrera frente a los rayos UVA y UVB del sol y, además, ¡favorecen! Por eso, son la mejor opción para proteger tu pelo del sol. Escógelos tupidos y de ala ancha para que realmente te protejan (son más eficaces que una gorra).
También puedes cubrir tu pelo con un turbante o improvisar uno con un foulard. Ahora bien, si estás en la playa, evita ponértelos con el pelo mojado o húmedo después de un baño: la humedad aumenta los daños capilares. Si vas a pasar el verano en la ciudad o te vas de turismo rural, ¡tampoco prescindas de ellos!
3. Un peine siempre en tu bolsa de la playa
En todo kit imprescindible para un día de playa, no puede faltar el peine. ¡No ocupan nada! Y será tu aliado para desenredarlo en esos días de viento frente al mar.
Escoge peines de púas anchas y evita (siempre que puedas) cepillar tu cabello mojado. Antes de sumergirte, peina suavemente tu melena, y después del baño, ve directa a las duchas para eliminar los restos de sal y arena. ¡Recuerda reaplicar tu protector solar favorito nada más volver a la toalla!
4. Usa productos específicos
Todo depende de tu cabello y tus necesidades. Lo mejor en verano y en todas las estaciones es usar un champú adecuado para tu tipo de cabello y acompañarlo con acondicionadores y mascarillas hidratantes.
Siempre que sea posible, déjalo secar al aire libre y evita el uso de productos de peinado habituales como lacas o gominas. Como seguramente te lo laves con más frecuencia, te recomendamos que uses champús suaves y, si necesitas darle un extra, un acondicionador sin aclarado nunca viene mal, especialmente si vienes de la playa.
Consejo de experto: antes del verano, siempre es bueno consultar con tu peluquería de confianza qué productos pueden ayudarte a protegerlo.
5. Tu cabello también quiere vacaciones
Tu melena está sometida a mucho estrés durante el año: secadores, planchas, polución, el ritmo frenético de trabajo que llevamos y que también le afecta… ¡dale un respiro! ¿Qué tal si le dices adiós a las planchas y tenacillas durante un tiempo?
Si te pasas la plancha, que sea una de cerámica y de calidad, y no olvides utilizar un protector térmico primero. Y sobre el tinte, tómatelo igual de relajado que el verano. Si le sumas los efectos propios que tiene la estación con el daño que hacen los procesos de coloración, el resultado no va a ser el mejor. ¡Disfruta del verano y, cuando este termine, retoma tu tinte o dale un aspecto nuevo!
6. Un corte por lo sano
Como hemos dicho, tu cabello trabaja duro todo el año, pero en verano, tienes miles de planes por delante, algunos de ellos seguramente organizados desde hace meses. La llegada del calor es un momento perfecto para cortarlo y prepararlo, lo mismo al final de la temporada. Tras tantas aventuras bajo el sol, lo mejor es sanearlo unos pocos centímetros.
¡Recuerda, tu melena no define quién eres! Lo más importante esta temporada es disfrutar mientras creas recuerdos inolvidables. Cuida de tu piel, cuida de ti misma y cuida de tu cabello, estamos seguros de que vivirás un verano alucinante.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.