Estamos en pleno verano y, si tienes peques en casa, sabrás que siempre, siempre, les gana la emoción de meterse al agua, hacer castillos de arena y dar volteretas por la playa. Todos hemos sido niños y sabemos que a esas edades lo último en lo que pensamos es en la protección solar.
Cada año se repite la misma estampa: niños corriendo hacia el agua y madres y padres detrás con el fotoprotector en mano, intentando pillarlos como pueden. ¿Te gustaría evitarlo (dentro de lo posible) este año? Te contamos algunos de nuestros trucos favoritos para que la piel de tus pequeños tenga la mejor protección.
Índice de contenidos
¿Por qué es tan importante proteger la piel de los niños?
Antes de hablar de cómo, queremos recordarte la importancia de proteger la piel de los más pequeños. Utilizando una fotoprotección adecuada de manera regular, además de evitar las molestias inmediatas (más o menos graves) asociadas a la quemadura solar (hinchazón, eritema, deshidratación o hasta golpes de calor), evitarás consecuencias mucho más graves.
¿Sabías que con solo 5 quemaduras solares graves antes de los 20 años tu riesgo de padecer un melanoma aumenta en un 80%?
Está demostrado que reducir la exposición a los rayos solares durante la infancia podría disminuir de manera muy significativa la incidencia del cáncer de piel en niños y adultos. Por eso es tan importante educar a nuestros hijos en unos buenos hábitos de protección solar. ¿Quieres saber cómo?
Aprender imitando
Como sabes, los niños repiten lo que ven en casa (tanto lo bueno como lo que no lo es tanto). Si tus hijos ven como te aplicas protección solar, ellos harán lo mismo. Es una buena idea que les hagas partícipes del “momento crema solar”: deja que ellos mismos se la pongan (aunque vayas tú detrás asegurándote de que se han aplicado suficiente).
Si la tentación de salir corriendo hacia el mar es demasiado grande, échales el fotoprotector antes de salir de casa, idealmente entre 15 y 30 minutos antes de la exposición al sol. ¡Será mucho más fácil para todos! Ah, y recuerda: reaplicar el fotoprotector es muy importante para asegurar que su piel está protegida correctamente. Hazlo cada 2 horas y cada vez que salgan del agua o se sequen con una toalla.
Aprovecha los momentos de ‘’calma’’
Si alguna vez has tenido que aplicar protector solar a niños pequeños, ya te habrás dado cuenta de lo escurridizos que son. Tienen mucha energía, y por eso merece la pena aprovechar los momentos en los que no se pueden mover (demasiado) para fotoprotegerlos: cuándo estén en la sillita del coche, en el carrito… ¡Será mucho más rápido!
Deja que sean ellos los que te ponen el fotoprotector
Una buena manera de que aprendan a ponerse el protector solar es haciéndolo por turnos. Tú se lo aplicas primero; después, ellos te lo ponen a ti. Les parecerá divertidísimo, y mientras puedes aprovechar para enseñarles la importancia de no olvidar ninguna zona expuesta al sol, como las manos, el cuello o las orejas.
Conviértelo en un juego
Que los buenos hábitos parezcan un juego siempre será una buena opción. Si lo ven como un momento divertido, les apetecerá más usar el fotoprotector.
Consejo de experto: ¿les encanta bailar? Ponles su canción favorita y que tengan que aplicarse la crema antes de que termine. ¿Les gustan las adivinanzas? Dibújales formas o palabras con la crema en la espalda y que adivinen qué has escrito. Hasta puedes convertirlo en una competición: “¡El que se eche la crema primero, gana!”
Elige el protector solar para niños adecuado
Encontrar el mejor protector solar para niños no es tan fácil como parece. Hay varios factores que debes contemplar antes de escoger:
- Escoge un SPF alto o muy alto (idealmente 50 o 50+), que proteja su piel contra la radiación UVA y UVB. La piel de los niños tiene menor capacidad de defensa frente a las quemaduras y por eso, una protección alta es imprescindible.
- Busca fórmulas que no irriten los ojos con texturas suaves: los niños toquetean todo lo que ven, ¡no pueden evitarlo! Escoge fórmulas que no irriten sus ojos y que sean ligeras de aplicar.
- Que sea resistente al agua: busca el sello “water resistant” o “very water resistant” en el fotoprotector para niños que elijas. Muchas veces los pequeños de la casa pasan más tiempo dentro que fuera del agua, así que no debemos olvidar este punto clave.
Además de estas tres claves, hay otros factores que importan. Por ejemplo, el formato de la protección solar que utilicen, en spray o en gel-crema, o ingredientes que mimen su delicada piel, como el extracto de siempreviva, una planta con propiedades antioxidantes y calmantes que refuerza la función barrera de la piel.
Recuerda: los bebés menores de un año no deben exponerse directamente a la luz solar, ya que son más susceptibles a las quemaduras solares y su capacidad de evitar un golpe de calor es menor.
Ahora que sabes cómo hacer que los pequeños de la casa se protejan, es el momento de encontrar el fotoprotector solar ISDIN para niños y bebés que más se adapte a vuestro verano. Y recuerda, ¡usa fotoprotector solar todos los días, incluso los nublados!
Referencias:
ISDIN. (2019). Dossier 1r Programa Internacional Experto en Fotoprotección