¿Cómo saber si tu rutina de cuidado bucodental está realmente a la altura de tus expectativas? Hoy te proponemos descubrirlo fácilmente con solo 6 preguntas.
Desde la elección del cepillo ideal hasta la frecuencia de uso del hilo dental, exploraremos cada aspecto para ayudarte a descubrir si tu rutina va por el buen camino. Si tus respuestas no son las que esperabas, ¡este podría ser el momento perfecto para establecer nuevos y mejores hábitos de higiene bucal!
Índice de contenidos
- 1 En primer lugar: ¿qué entendemos por higiene bucodental?
- 2 1. ¿Usas cepillo eléctrico o manual?
- 3 2. ¿Qué pasta dentífrica usas?
- 4 3. ¿Cuántas veces te cepillas los dientes al día?
- 5 4. ¿Usas productos de limpieza interdental?
- 6 5. ¿Deberías usar colutorio dental?
- 7 6. Y por último: ¿consumes muchos alimentos azucarados?
En primer lugar: ¿qué entendemos por higiene bucodental?
La higiene bucodental es el conjunto de cuidados que se realizan a nivel de la cavidad oral y de los dientes para mejorar su conservación y la salud general de nuestro organismo. De esta manera, nuestra boca luce saludable. Es decir: no hay restos de alimentos en los dientes, impedimos que las bacterias formen un biofilm, reducimos el riesgo de mal aliento y mantenemos las encías con un color rosado de aspecto sano, reduciendo el riesgo de inflamación y sangrado.
Con esta base en mente, es fundamental plantearse algunas preguntas clave para optimizar tu rutina.
1. ¿Usas cepillo eléctrico o manual?
La respuesta es fácil: ambos tipos de cepillos son adecuados, y todo se reduce a tus necesidades y estilo personal. No hay uno que sea superior al otro, pero al elegir, considera las características que harán que tu cepillo, sea cual sea, se convierta en el aliado perfecto:
- Cabezal pequeño: asegúrate de que el cepillo tenga un cabezal compacto para poder llegar a todos los rincones de tu boca, incluidos los molares y las zonas más difíciles de alcanzar.
- Cerdas de dureza media o suave: opta por cerdas medias o suaves para evitar dañar el esmalte dental. Las cerdas duras pueden desgastar el esmalte con el tiempo, así que elige una opción más amable con tus dientes y encías.
- Comodidad: tu cepillo debe ser cómodo y fácil de manejar. Busca un mango ergonómico que ofrezca un buen agarre y considera los cepillos manuales de viaje que puedes usar y desechar sin complicaciones.
- Durabilidad: no olvides considerar la durabilidad. Los cepillos eléctricos, aunque pueden ser más caros, son una inversión a largo plazo y duran años con un mantenimiento adecuado. Los cepillos manuales son más asequibles pero tienen que reemplazarse al completo.
Consejo de experto: sea cual sea tu elección, recuerda cambiar el cepillo o el cabezal cada 3 meses y mantenerlo limpio y seco.
2. ¿Qué pasta dentífrica usas?
¡No todas las sonrisas son iguales ni necesitan los mismos cuidados! Un aspecto fundamental en nuestra higiene bucal es elegir una pasta de dientes que se adapte a nuestras necesidades.
Descubre cuál de las pastas dentífricas Bexident se adapta mejor a tus necesidades:
Gracias a su tecnología Cranpearls Tech, aporta una triple acción anticaries y evita la colonización de las bacterias. Ideal si buscas remineralizar, proteger el esmalte e impedir la formación de biofilm.
Gracias a la tecnología PerioPlus Maintenance Tech, aporta una triple acción antiplaca, previniendo el sangrado y la inflamación por gingivitis en 2 días. Ideal en situaciones de encías delicadas.
Gracias a la tecnología Dual Desensitizing Tech, alivia la sensibilidad dental y fortalece la salud de las encías. Ideal si quieres aliviar la sensación de sensibilidad y proteger tus dientes.
Gracias a su tecnología Pro-Whitening Tech, proporciona una acción blanqueante y antimanchas en 7 días. Ideal si buscas mejorar el color de tu sonrisa y prevenir la sensibilidad dental, con una triple acción antiplaca prolongada
3. ¿Cuántas veces te cepillas los dientes al día?
Una de las preguntas más frecuentes y que realmente marca la diferencia. La respuesta ideal es 3 veces al día durante 2 minutos. Aunque entendemos que a veces se puede saltar una ocasión—una comida fuera con amigos, un viaje temprano, noches en las que caemos rendidos de sueño…
Lo más importante es acostumbrarse a esta rutina y comprometerse a cepillarse como mínimo 2 veces al día. Asegúrate de seguir el movimiento adecuado: cepilla desde la encía hasta el borde de los dientes, poniendo atención tanto en la parte interna como externa de los dientes y manteniendo un orden constante. No tengas prisa y hazlo con cuidado, sin aplicar demasiada presión para evitar desgastar el esmalte dental o una posible retracción de las encías.
Consejo de experto: recuerda también limpiar la lengua, ya que su superficie está cubierta de bacterias que pueden producir mal aliento. Existen cepillos especiales para esta zona.
4. ¿Usas productos de limpieza interdental?
Si la respuesta es no, es hora de hacer algunos cambios. Muchas afecciones dentales comienzan con la acumulación de bacterias en esos pequeños espacios donde el cepillo no llega. Incorpora el hilo dental o cepillo interdental en tu rutina diaria, idealmente una vez al día, para eliminar restos de comida y placa entre los dientes. ¿Una muy buena idea? Hacerlo después del cepillado nocturno.
5. ¿Deberías usar colutorio dental?
¡Sí, sí y sí! Enjuagarnos la boca con un colutorio tras el cepillado es imprescindible para una higiene más completa y eficaz. Su formulación líquida es ideal para llegar a las zonas de difícil acceso y, además, ayuda a mantener un buen aliento. Además, entre sus beneficios también se encuentra la defensa completa que aporta, combatiendo bacterias y ayudando a prevenir afecciones dentales.
6. Y por último: ¿consumes muchos alimentos azucarados?
Algunos alimentos azucarados y ácidos deben consumirse con moderación debido a la posibilidad de dañar los dientes a largo plazo. Por ejemplo, la constante exposición a azúcares y/o alimentos ácidos, como el limón, pueden llegar a erosionar el esmalte y aumentar el riesgo de caries.
Consejo de experto: espera entre 20-30 minutos después de consumir azúcar antes de cepillarte, ya que el pH de la boca baja y puede debilitar el esmalte. ¡Y bebe agua! Esta ayuda a eliminar el azúcar y estimular la saliva, lo que neutraliza la acidez y reduce el riesgo de desgaste dental..
Junto con estas recomendaciones, es fundamental hacer un seguimiento anual con tu dentista. Así podrás descartar cualquier afección y disfrutar de una limpieza profunda que mantenga tu sonrisa saludable y radiante. Recuerda, una sonrisa sana es el reflejo de un cuidado diario.
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Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.