Mientras desconectas y recargas energías, tu piel sigue trabajando sin descanso. De hecho, la noche es su momento estrella: se dedica a repararse y regenerarse tras enfrentarse a todo lo que el día le ha dejado.
Descansar bien es uno de los secretos mejor guardados para lucir una piel sana y radiante, pero lo interesante es que el sueño es solo una pieza del rompecabezas. Cada pequeña elección diaria —desde lo que comes hasta cómo proteges tu piel del sol— también cuenta, y mucho. Todo esto forma parte de un concepto llamado exposoma, el término que engloba todo factor externo que afecta a tu piel a lo largo del tiempo.
¿Quieres descubrir qué hace tu piel mientras duermes y cómo puedes ayudarla a regenerarse mejor? Sigue leyendo, porque tenemos mucho que contarte.
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Lo primero de todo, ¿qué es el exposoma?
Piensa en todas esas pequeñas decisiones que tomas cada día: qué comes, cuánto duermes, si pasas tiempo al aire libre o cuánto te expones al sol, a la contaminación o al humo del tabaco y el vapeo. Todo suma, lo bueno y lo no tan bueno, y con el tiempo tu piel lo refleja.
El exposoma engloba todo eso: desde tus hábitos diarios hasta los factores ambientales que no siempre puedes controlar. Y aquí viene el dato importante: hasta el 80% del envejecimiento visible de la piel no depende de la genética, sino del exposoma. Es decir, lo que haces hoy puede marcar la diferencia en cómo se verá tu piel mañana.
Pero hay un factor del exposoma que está completamente bajo tu control: el sueño. Dormir lo suficiente y de calidad puede mantener tu piel en su mejor versión, mientras que la falta de descanso puede provocar un aspecto apagado y cansado. Por eso, adoptar un enfoque integral del cuidado de la piel—uno que tenga en cuenta tanto tu estilo de vida como el entorno—es la mejor forma de mantener una piel saludable a largo plazo.
¿Cómo afecta el sueño a tu piel?
Si necesitabas una razón más para acostarte temprano, aquí la tienes: el sueño es un paso clave en cualquier rutina de cuidado de la piel. Al igual que tú, tu piel también se toma un respiro tras un día ajetreado y entra en ‘modo reparación’. Durante la noche, lleva a cabo un proceso natural de regeneración que ayuda a revertir el daño acumulado durante el día. Pero cuando no descansas lo suficiente, este proceso se interrumpe.
¿El resultado? Una piel con la barrera debilitada, mayor sensibilidad y ese aspecto apagado que delata el cansancio. Los estudios científicos confirman que la falta de sueño puede incluso acelerar los signos del envejecimiento, como arrugas y líneas de expresión. De hecho, un estudio mostró que quienes dormían menos de cinco horas por noche tenían más signos de envejecimiento, una barrera cutánea menos funcional y estaban menos satisfechos con la apariencia de su piel.
Pero esto no va solo de cómo te ves. La melatonina, una hormona clave que se libera en ausencia de luz, regula el ritmo circadiano y prepara al cuerpo para el descanso. Aunque no se produce directamente por dormir, su acción antioxidante protege la piel del daño oxidativo. En otras palabras, priorizar el descanso no solo mejora tu apariencia, sino que fortalece lo más importante: la salud de tu piel.
¿Qué le pasa a tu piel por la noche?
Tu piel experimenta muchos cambios durante el día, y lo mismo ocurre cuando se pone el sol.
1. Tiene su propio ritmo
Seguramente has oído hablar del ritmo circadiano de tu cuerpo, ese sistema interno que regula tu ciclo de sueño y vigilia. Por la noche, este sistema envía señales a los órganos para que reduzcan su actividad, poniendo a tu cuerpo en modo descanso y reparación.
¿Pero sabías que tu piel también tiene su propio biorritmo? Esto se debe a que la piel es un órgano grande y complejo, con capas y estructuras únicas que trabajan en conjunto. Así que, en realidad, tu piel tiene ‘relojes’ internos que colaboran para repararse y nutrirse durante la noche.
2. Es especialmente receptiva a los productos
Por la noche, tu piel se vuelve de forma natural más permeable, lo que la hace especialmente receptiva a los beneficios de ingredientes. Es el momento perfecto para aplicar algunos de tus favoritos o probar nuevos, como el retinal, antioxidantes o ácidos exfoliantes.
3. Pierde más hidratación
Por la noche, tu piel experimenta un aumento de la pérdida de agua transepidérmica, ya que su barrera natural se vuelve más permeable. Esto facilita que el agua escape, dejando tu piel propensa a la deshidratación. Además, la reducción en la producción de sebo durante la noche también contribuye a esta pérdida de hidratación.
4. Su modo de reparación se activa
Mientras duermes, los mecanismos naturales de reparación de tu piel están en su momento más activo. Es durante la noche cuando tu piel trabaja para revertir el daño sufrido durante el día debido a la radiación solar, la contaminación y otros factores del exposoma. Estudios también muestran que es en este momento cuando las células cutáneas trabajan más intensamente para reparar el daño en el ADN.
¿El secreto? Dormir bien y de forma constante le da a tu piel el tiempo que necesita para repararse y fortalecerse, manteniéndola sana y resistente. Pero si le robas horas de descanso, será más vulnerable a los desafíos diarios.
Cómo hacer que tus noches cuenten (para tu piel)
Una rutina facial de noche de ensueño no solo le da a tu piel un respiro, sino que también se convierte en un momento de desconexión para tu mente. Aunque cada piel tiene sus propias necesidades, aquí tienes algunas ideas para inspirarte y sacar el máximo partido a tu rutina nocturna.
1. Introduce ingredientes como la melatonina en tu rutina
Además de ayudarte a dormir, la melatonina tiene muchos otros beneficios, y uno de ellos está directamente relacionado con el cuidado de la piel. Como antioxidante directo e indirecto, la melatonina activa enzimas que reparan el daño causado por el estrés oxidativo de los rayos UV, la contaminación y otros factores del exposoma.
¿Por qué es esto tan importante? Los radicales libres generados por el estrés oxidativo son uno de los principales responsables del daño cutáneo y pueden acelerar significativamente el envejecimiento prematuro de la piel.
Apuesta por productos de skincare con melatonina, como un contorno de ojos o un sérum reparador, para darle a tu piel un extra de protección.
2. Potencia la hidratación
Recuerda que tu piel pierde más agua por la noche. Para combatir esta deshidratación, opta por cremas que contengan humectantes como ácido hialurónico, glicerina o pantenol. Estos ingredientes ayudan a retener la humedad y a mantener la piel tersa y suave.
3. Y por supuesto, duerme lo suficiente
Por último, y no por ello menos importante, regálale a tu piel el tiempo necesario para disfrutar de los beneficios del sueño, como la regeneración y reparación natural. Para los adultos, lo ideal son entre siete y nueve horas de sueño. Así que apaga tus dispositivos, retrasa un poco el despertador y prepárate para ese sueño reparador, todo en nombre de una piel sana y radiante.
Referencias:
- Pilkus et al. The circadian clock in skin: implications for adult stem cells, tissue regeneration, cancer, aging, and immunity.
- Matsui M.S. et al. Biological Rhythms in the Skin. Int J Mol Sci 2016
- J Biol Rhythms. 2015 Jun;30(3):163-82.
- Iryna Rusanova et al. Review Protective Effects of Melatonin on the Skin: Future Perspectives J. Mol. Sci. 2019, 20(19), 4948
- Blue light has a dark side. Retrieved from https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/blue-light-has-a-dark-side.
- Enzimas antioxidantes (Tan DX, Manchester LC, Esteban-Zubero E, Zhou Z, Reiter RJ. Melatonin as a Potent and Inducible Endogenous Antioxidant: Synthesis and Metabolism. Molecules. 2015;20(10):18886-18906. Published 2015 Oct 16.)
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.