El sol nos activa, nos llena de vitalidad y aumenta nuestros niveles de serotonina, la hormona de la felicidad. Por eso, disfrutamos tanto de los largos días soleados, perfectos para escapadas, planes al aire libre, charlas en terrazas y empezar nuevos libros en la playa. Sin embargo, para disfrutar plenamente de estos momentos, es esencial entender la importancia de la radiación solar y el efecto que tiene en nuestra piel.
Hoy hablamos con Chiyoung Kang Park, ISDIN Scientific Communication Specialist, y te contamos todo lo que necesitas saber sobre la radiación solar para disfrutar del sol de manera saludable. ¿Empezamos?
Chiyoung es una farmacéutica con una gran pasión por la cosmética. Graduada también en ADE y con un Máster en Dermofarmacia y Cosmética, une su pasión por el deporte al aire libre con el cuidado de la piel. Siempre activa, vive y aprecia intensamente ambas culturas hispano-coreanas, fusionando sus conocimientos y raíces en su vida profesional y personal.
Índice de contenidos
¿Qué es la radiación solar?
En pocas palabras, la radiación solar es una forma de energía que emana del sol en forma de luz y calor. Compuesta por diferentes tipos de rayos con distintas longitudes de onda que tienen diversos efectos en los seres vivos y el medio ambiente.
Es importante destacar que estos diferentes tipos de radiación solar pueden tener un impacto significativo en la salud de la piel, pudiendo provocar el envejecimiento prematuro o aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
Por esta razón, si queremos mantener una piel sana y saludable, es fundamental considerar la radiación solar y otros factores externos al escoger productos para el cuidado de la piel.
Tipos de radiación solar y el espectro electromagnético
Ahora que ya sabemos lo que es la radiación solar, es momento de hablar sobre los diferentes tipos que existen. Podemos clasificarlos según la forma en que llegan a la Tierra o por los tipos de rayos que los componen.
El espectro electromagnético de la radiación solar abarca desde la luz infrarroja, que es la menos energética, pasando por la luz visible, hasta la luz ultravioleta, que es la más energética de todas.
Dentro de este espectro, se encuentran los rayos ultravioleta (UV), los cuales son invisibles al ojo humano y son una de las principales preocupaciones en el cuidado de la piel. Estos rayos se dividen en 3 subcategorías: UVC, UVA y UVB.
- Los rayos UVC no logran atravesar la atmósfera gracias a la capa de ozono. Pero ojo, el debilitamiento de esta capa puede dejar pasar más rayos ultravioleta, lo que podría ser perjudicial para nuestra piel.
- Los rayos UVB, por otra parte, tienen más dificultades para traspasar la atmósfera, pero su efecto nocivo puede producir daños más significativos. Hablamos de quemaduras solares, el daño directo al ADN de las células de la piel o un mayor riesgo de desarrollar lesiones cancerosas.
- Los rayos UVA son aquellos que atraviesan con facilidad la atmósfera y llegan en su mayoría a la superficie terrestre. Estos rayos penetran en la piel de manera más profunda que los rayos UVB y pueden producir daños a largo plazo.
¿Cuál es el tipo de radiación más dañina?
De las 3 subcategorías, la radiación UVB es la más dañina. Los rayos UVB son muy energéticos, lo que los hace entre 20 y 1000 veces más dañinos que los UVA. Aun así, no debemos subestimar la radiación UVA, ya que es mucho más constante durante el día. Lo mismo pasa con la altitud; si vas a la montaña, la radiación UVB aumenta un 15% cada 1.000 metros, mientras que la UVA se mantiene.
¿Cuáles son los efectos y consecuencias de la radiación solar en la piel?
Más allá del bronceado y esa cálida sensación, ¿alguna vez te has preguntado qué le pasa realmente a tu piel cuando te expones al sol? Piel sensible, piel normal o piel mixta, no importa: la radiación solar impacta en ti de una forma sorprendente. Chiyoung nos cuenta los datos más importantes sobre el tema.
¿Cómo afectan los rayos UVB, UVA y la luz azul solar?
UVB
Chiyoung nos explica que, ”la radiación UVB es la principal culpable de los daños a corto plazo. Estos rayos impactan la piel de manera superficial y causan quemaduras solares”, uno de los mayores factores de riesgo de las lesiones cancerosas.
Pero no todo es malo: los rayos UVB también ayudan a nuestro cuerpo a estimular la síntesis de vitamina D, esencial para unos huesos fuertes, un buen sistema inmunológico y mejorar nuestro estado de ánimo. ¡Así que el sol, en su justa medida, también es nuestro aliado!
“La radiación UVB es la causa principal de los daños a corto plazo, impacta a la piel de una manera más superficial y contribuye a la quemadura solar”.
Chiyoung Kang Park, ISDIN Scientific Communication Specialist
UVA
La radiación UVA, en cambio, es responsable de los daños a largo plazo, nos indica Chiyoung, como el fotoenvejecimiento de la piel, las hiperpigmentaciones —manchas solares— y el cáncer de piel.
Lo interesante es que la radiación UVA penetra más profundamente en la piel, llegando a las capas donde se encuentran el colágeno y la elastina. La pérdida de estos componentes, puede provocar líneas de expresión, arrugas y manchas.
“La radiación UVA es responsable de los daños a largo plazo, como el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel”.
Chiyoung Kang Park, ISDIN Scientific Communication Specialist
¿Sabías que, al contrario que la UVB, la UVA traspasa las nubes y la mayoría de ventanas? Por eso es tan importante protegernos a diario, aunque no sea verano.
Luz azul solar
‘’Es el rango de radiación visible para el ojo humano, permitiéndonos ver el mundo a nuestro alrededor’’, explica Chiyoung. Estudios recientes han demostrado que la luz azul solar está relacionada con la aparición de manchas o hiperpigmentaciones y cambios en el tono de la piel, especialmente en personas con fototipos altos, el tono de piel más oscuro.
“La luz azul solar es el rango de radiación visible para el ojo humano, permitiéndonos ver el mundo a nuestro alrededor”.
Chiyoung Kang Park, ISDIN Scientific Communication Specialist
Otra cosa importante: a menudo, se ha relacionado el daño que puede provocar la luz azul solar con la luz azul artificial que emiten las pantallas. ¡Pero no tienen la misma intensidad! La intensidad de la luz azul solar es de 100 a 1000 veces más alta en comparación a la luz azul emitida por las pantallas. Por lo tanto, no podemos asociar los efectos negativos de la luz azul solar a la luz azul artificial.
¿Cómo puedes protegerte de la radiación solar?
Ya conoces los detalles sobre la radiación solar, pero ahora viene lo más importante: proteger tu piel. Todas las pieles, sin excepción, pueden sufrir daño solar al exponerse a la radiación ultravioleta (UV). ¿Cómo podemos protegernos? La respuesta es muy sencilla: con una buena protección solar.
A continuación, te proporcionamos algunos consejos clave, parte de nuestros 10 tips imprescindibles para tomar el sol en verano:
- Evita la exposición solar en las horas de mayor intensidad: los rayos UV son más fuertes al mediodía.
- Bebe suficiente agua para mantenerte a ti y a tu piel hidratada.
- No escatimes en cantidad ni en frecuencia, deberás reaplicar tu protector solar favorito cada 2 horas y cada vez que sudes o te bañes.
El consejo más valioso de todos nos lo guardamos para el final: usa un fotoprotector con un SPF alto, al menos nivel 30. No importa el tiempo que te expongas a la radiación solar, un buen protector solar es necesario todos los días de tu vida.
¡Ya lo ves! La radiación solar es una fuente de energía esencial para nuestro organismo: mejora nuestro estado de ánimo, ayuda a regular nuestros ritmos circadianos, fortalece nuestro sistema inmunológico y, con la protección adecuada, puede contribuir a tener una piel saludable y luminosa.
Adopta desde hoy unos buenos hábitos de protección solar, protege tu piel y llena tu verano de momentos mágicos con toda la gama de fotoprotectores ISDIN.
Referencias
GW Lambert, C Reid, DM Kaye, GL Jennings, MD Esler, Effect of sunlight and season on serotonin turnover in the brain, The Lancet, Volume 360, Issue 9348, 2002, Pages 1840-1842
Jean Krutmann, Anne Bouloc, Gabrielle Sore, Bruno A. Bernard, Thierry Passeron, The skin aging exposome, Journal of Dermatological Science, Volume 85, Issue 3, 2017,Pages 152-161
Duteil L, Queille-Roussel C, Lacour JP, Montaudie H, Passeron T. Short-term exposure to blue light emitted by electronic devices does not worsen melasma. Journal of the American Academy of Dermatology 2019.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.