En ISDIN tenemos la suerte de contar con embajadores de la talla de Fernando Belasteguín, jugador de pádel profesional y número 1 del mundo durante más de 16 años.
Hemos aprovechado esta oportunidad para hacerle una entrevista muy personal a “Bela”, en la que nos habla de cómo han sido estos años, qué significa el deporte para él, y mucho más. ¡No te la pierdas!
Índice de contenidos
- 1 ¿Cuánto tiempo llevas dedicándote al pádel profesionalmente?
- 2 ¿Siempre has tenido claro que esto era a lo que te querías dedicar, o tenías alguna otra profesión en mente cuando eras niño?
- 3 Tienes incluso un libro autobiográfico en el que explicas tu historia con el pádel, ¿qué te llevó a escribirlo?
- 4 ¿Qué es lo mejor y lo peor de hacer del deporte tu trabajo?
- 5 Eres un súper campeón, 16 años y 8 meses siendo número 1 del mundo, 5 campeonatos mundiales ganados… ¿Cómo te sentó personalmente la lesión del año pasado?
- 6 ¿Cómo te preparas antes de salir a la pista? ¿Tienes algún ritual?
- 7 ¿Te fotoproteges al jugar a pádel? ¿Cómo?
- 8 ¿Cuál es tu fotoprotector favorito?
- 9
- 10 ¿Así que también cuidas tu piel, más allá de la protección solar?
- 11 Y por último, ¿nos compartes alguna recomendación para algún peque que quiera dedicarse al pádel profesionalmente?
¿Cuánto tiempo llevas dedicándote al pádel profesionalmente?
Ahora tengo 40 años, juego al pádel desde los 10 y soy profesional desde los 15. Llevo ya 25 temporadas. Son muchos años, ¡pero espero que sean algunos más!
¿Siempre has tenido claro que esto era a lo que te querías dedicar, o tenías alguna otra profesión en mente cuando eras niño?
No, yo jugaba al fútbol. En mi pueblo no teníamos centros comerciales, no teníamos cine… cosas así de ocio había muy pocas. Entonces, o estás haciendo deporte todo el día, o el vago. En mi caso me decanté por el deporte, por hacer fútbol, hasta que en el mismo club donde yo jugaba a fútbol hicieron la primera cancha de pádel. Entonces hasta los 12-13 años, estuve haciendo fútbol y pádel. Me acabé decantando por el pádel porque, en el fútbol, yo jugaba de defensa central, y los clubes de Buenos Aires solo iban a buscar a los que marcaban goles, a los “pata dura” como era yo, no.
Como iba haciendo las dos cosas, a los 13 años vi que el pádel se me daba bien, recibí una invitación para jugar un torneo del circuito argentino de niños, a 200km de mi ciudad. Me dieron un wildcard, y de no conocerme nadie pasé a ganar el torneo, me vio un entrenador de Buenos Aires, me invitó a entrenar, y vi que con el pádel podría empezar a viajar por Argentina. Empecé a entrenar, yendo cada semana de mi pueblo a Buenos Aires, y con 15 años hice mi debut profesional.
Al final, lo que era ocio y diversión se acabó convirtiendo en profesión.
Vaya, que en ningún momento tuve claro de pequeño “yo quiero ser jugador profesional de pádel”, lo que tenía claro era que el deporte me gustaba mucho.
Tienes incluso un libro autobiográfico en el que explicas tu historia con el pádel, ¿qué te llevó a escribirlo?
Yo hace 12 años que vivo en Barcelona. Hace 6 años, la persona que escribió el libro me vio entrenar en el club donde entrenaba. Yo ya llevaba más de 12 años siendo número 1, y a él* le sorprendió mucho la forma en la que yo entrenaba después de llevar tantos años siendo el número 1 del mundo, y un día me dijo que quería escribir un libro sobre mi historia. Yo le dije que no, que no me consideraba nadie de quien se tuviera que escribir un libro, me daba un poquito de cosa.
Después de tanto insistir, anuncié la separación con la que llevaba siendo mi pareja en el pádel durante 13 años, y me volvió a llamar y me dijo, “tenemos que hacer esto sí o sí, no me puedes decir que no”. A través de un amigo, conseguí que Andrés Iniesta me escribiera el prólogo.
Es un libro 100% solidario. Cuando la editorial me ofreció el beneficio fijo por mi historia, yo les dije que no quería nada, que lo donaba a los chicos de una escuela que tengo en Argentina para chicos con síndrome de down. La editorial tampoco cobra nada, así que el precio íntegro del libro se destina a estos chicos.
Al final resulta que, lo que al principio me dio algo de vergüenza, ahora me fascina. Es un recuerdo para toda la vida y es una ayuda muy grande para mi escuelita, a la que van chicos con pocos recursos, con una dieta basada en carbohidratos, y gracias a esto podemos darles de comer proteínas dos veces a la semana.
¿Qué es lo mejor y lo peor de hacer del deporte tu trabajo?
Ahora mismo, te diría que son todas buenas, a excepción del tiempo que pierdo con mi familia. Cuando no juegue más, quizás te diga otra cosa, pero hoy por hoy, el deporte profesional es espectacular. Yo me considero el deportista mejor pagado del mundo, porque para mí no tiene precio el poder pasar tiempo con mis hijos por las tardes, y gracias a mi profesión entreno por la mañana y los veo crecer por las tardes.
A mí el deporte me lo ha dado todo, es mi modo de vida.
Los valores que transmite el deporte son un modo de enseñanza buenísimo para los niños, pero el deporte por sí solo no te enseña nada, se puede enseñar a través del deporte, pero hay que tener buenos profesores.
Eres un súper campeón, 16 años y 8 meses siendo número 1 del mundo, 5 campeonatos mundiales ganados… ¿Cómo te sentó personalmente la lesión del año pasado?
Muchas veces me han preguntado, “¿cómo te vas a sentir si dejas de ser número 1?”, y yo ahora, que soy número 10, me siento igual que cuando era número 1. Para mí, el mejor trofeo de mi carrera profesional no son los 16 años y 8 meses siendo número 1, sino la sensación de saber que hoy soy mejor que ayer y entrenar cada día como si fuera el último, es como si ganase un torneo cada día.
La sensación que tengo cuando gano un torneo no es mayor a la que tengo en mi día a día.
Para mí, lo más importante, sobre todo ahora que tengo hijos, es ser consecuente con uno mismo. Si me pasara algo hoy, y no pudiera jugar más al pádel, me llevaría el mejor premio del mundo que es la tranquilidad de saber que lo he hecho todo siempre dando el máximo de mí mismo. Eso es impagable.
Entonces, ¿que perdí el título de número uno después de más de 16 años por una lesión? Sí, pero cada día desde que perdí el número uno, y pasé por una lesión muy grave que casi me deja fuera de mi profesión, he estado dando las gracias y dándome cuenta de la grandísima suerte que tuve porque esta lesión, que fue la primera lesión grave que he tenido, me podía haber pasado antes y haber impedido dejar un registro como el que dejé. ¿Qué lástima? No, qué suerte.
¿Cómo te preparas antes de salir a la pista? ¿Tienes algún ritual?
Apago el teléfono, me aíslo durante una hora antes y preparo los 3 puños nuevos de la pala, antes de cada partido.
Mientras he estado lesionado, para mí ha sido muy importante la visualización, el visualizarme jugando. Por la noche me imaginaba jugando un set, cada día contra una pareja distinta, y gracias a eso he podido volver a jugar ahora como si no hubiera lesionado y no hubiera estado todo este tiempo sin jugar.
¿Te fotoproteges al jugar a pádel? ¿Cómo?
Si juego outdoor siempre, porque además tengo factores de riesgo ya que mi abuela y mi padre tuvieron melanomas. Cuando le tocó a mi abuela en el año 93 fue un gran shock para toda la familia, era la primera vez que nos tocaba de cerca. Después de eso, ya puedes preguntarme lo que quieras sobre el melanoma que lo sé todo. Si tienes alguna manchita en las palmas de las manos o de los pies, entre los dedos, esas son las zonas más peligrosas.
En cuanto al “cómo”, me dejo asesorar y utilizo una crema solar para la cara y otra para el cuerpo.
¿Cuál es tu fotoprotector favorito?
Fusion Water, que no pica en los ojos si sudas, y AGE Repair, que es anti-aging, para ir previniendo arrugas y ojeras combinado con K-Ox Eyes.
¿Así que también cuidas tu piel, más allá de la protección solar?
Sí, cada noche me lavo bien la cara y me pongo un poquito de ampolla, y luego la crema, no sé si se me nota pero yo me lo noto jajaja.
Y por último, ¿nos compartes alguna recomendación para algún peque que quiera dedicarse al pádel profesionalmente?
No solo para el pádel, para el deporte que sea, que lo practique cada día como si fuera el último día y que lo combine con los estudios porque un deportista ignorante es muy fácil de engañar. A lo largo de su carrera deportiva (si es profesional) se va a encontrar con mucha gente que lo quiera engañar, y cuanto más cultivado esté culturalmente, más difícil será que lo engañen.
Artículo escrito y revisado por:
Nuestro homónimo encarna el espíritu de abrazar la vida y todas sus maravillas. Como periodistas especializaciones en la salud y bienestar de la piel, exploramos temas que vigorizan los sentidos y mantienen viva la curiosidad. Creemos que una piel radiante es el resultado de un cuerpo y una mente saludables. Tejiendo belleza con ciencia, nuestro objetivo es inspirarte a vivir joven en cada edad.