Treinta y siete días. Dos millones y medio de espectadores. Una competición legendaria de vela. Esto es solo un pequeño adelanto de la magia que acompaña a la America’s Cup.
Era agosto de 2024, y a tan solo tres calles de la sede global de ISDIN, las últimas innovaciones en embarcaciones y protección solar se unieron en las icónicas costas de Barcelona para celebrar algo único. Como Protector Solar Oficial de la 37.ª America’s Cup Louis Vuitton, emprendimos una misión: cuidar la piel de espectadores, voluntarios y competidores en esta aventura que trasciende océanos.
Hoy queremos compartir contigo los mejores momentos de esta edición, revivirlos junto a ti para volver a sentir el viento del Mediterráneo. Ponte cómodo, es hora de zarpar.
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¿Dónde nace la Copa América?
Nuestra mente viaja a Inglaterra, en el año 1851. El America se ancla en las arenas de Ryde Town tras cruzar el Atlántico desde su ciudad natal, Nueva York. Su capitán tiene un único objetivo en mente: desafiar a los mejores navegantes de todos los clubes náuticos de Inglaterra. Demostrando el ingenio naval estadounidense y dejando atrás a los barcos británicos en la histórica regata del Royal Yacht Squadron, el America se alzó con el trofeo de £100 y sembró las raíces de una leyenda.
Esta victoria trascendió el deporte y puso en marcha una tradición de duelos épicos en el mar. En 1870, el New York Yacht Club redefinió el trofeo y dio origen oficial a la America’s Cup, una competición única que cautivaría al mundo.
Desde entonces, la America’s Cup se ha caracterizado por un formato singular: un único campeón que defiende la copa hasta que un retador consigue arrebatarle la victoria. Este retador se convierte en el nuevo “defensor” de la Copa, iniciando un nuevo capítulo en esta saga de honor, estrategia y desafío entre las aguas de los océanos.
Dentro de la 37ª edición
Ahora volvemos al presente, a finales del verano de 2024, en esos cálidos días con pinceladas de viento en Barcelona. La ciudad española ha sido elegida como el escenario perfecto para las regatas de la America’s Cup por los defensores del título: Emirates Team New Zealand.
Durante el mes de octubre, las costas del Mediterráneo se preparan para acoger a seis equipos internacionales y cuatro competiciones espectaculares, o Copas, podríamos decir. La emoción de los preparativos es aún mayor este año, ya que marca un hito histórico: es la primera vez que se incluirá una Copa exclusiva para mujeres.
Al mismo tiempo, ISDIN, como Protector Solar Oficial del evento, se prepara para recibir a los renombrados participantes de la competición, distribuir protectores solares en el Race Village y vivir de primera mano la gran final. Todo ello con un sueño en mente: seguir inspirando un futuro sin cáncer de piel.
En el agua
La regatista y campeona mundial Nora Brugman, nos sitúa en el centro de la acción: “La America’s Cup es conocida como la Fórmula Uno de la vela. Es donde los barcos más rápidos e innovadores del mundo se reúnen para competir”.
Y sin verlos en primera persona, quizá sea difícil explicar lo impresionantes que son estos barcos. Por suerte, el compañero de equipo de Brugman, Jordi Xammar, te los describe: “Los barcos que compiten en esta carrera vuelan sobre el agua. Tienen hidroalas que los elevan, y, una vez que alcanzan velocidad, salen completamente del agua”.
Sin embargo, esta tecnología de vanguardia es solo una parte de la ecuación. Según Brugman, “No se trata solo de ser el más rápido en el recorrido. Hay muchos factores que influyen en la carrera: el viento, las olas y distintas habilidades técnicas”.
“No se trata solo de ser el más rápido en el recorrido. Hay muchos factores que influyen en la carrera: el viento, las olas y distintas habilidades técnicas”.
Nora Brugman, regatista olímpica.
¿Otro factor importante? El sol. “Para mí, es fundamental aplicarme protector solar cada dos horas porque paso el día entero en el agua”, comparte Silvia Mas, del Sail Team BCN. Frente a una competición tan intensa, estos regatistas no pueden permitirse ningún obstáculo que los frene, y mucho menos una quemadura solar.
En el Race Village
A lo largo de casi 25.000 metros cuadrados, el Race Village se convierte en el epicentro de la competición. En el puerto de la ciudad, entramos en una zona vibrante donde los sonidos de la música en vivo, múltiples idiomas y anuncios a viva voz llenan el ambiente. Es un espacio alegre: un mar de colores representando a los equipos, cada uno con su identidad única y experiencias compartidas.
Y, entre todo, destaca algo especial: un carrito naranja. ¿Qué será? Junto a él, nos encontramos con Raúl Casañas, ISDIN Global Sports & Partnerships Manager, quien sonríe y comenta: “Hemos traído nuestros Sun Trolleys para que los espectadores disfruten del sol de forma segura. Ya sea en la cubierta o en la terraza, el protector solar ayuda a mantener la piel feliz y saludable”.
La ciencia lo respalda: usar protector solar de forma constante es una de las mejores maneras de reducir el riesgo de cáncer de piel.
En medio de la multitud, se ven rostros sonrientes con polos turquesas, muchos de ellos llevando cordones amarillos con protectores solares de ISDIN. Este es el uniforme de los más de 2.000 voluntarios que han hecho posible este evento espectacular, cada uno comprometido a asegurar que los fans disfruten de las regatas y del sol de forma responsable.
El momento de la verdad
Tras semanas de expectación, la última carrera de la America’s Cup se celebra bajo un cielo azul perfecto a principios de octubre. La multitud se agolpa en la costa, y sus aplausos y gritos de ánimo se extienden sobre el agua. La tensión es palpable mientras los dos barcos, Emirates Team New Zealand e INEOS Britannia, se disputan estratégicamente su lugar en la línea de salida, listos para luchar hasta el final.
La delantera cambia varias veces, y la multitud estalla de emoción con cada maniobra. Finalmente, el Emirates Team New Zealand asegura su lugar en la historia como el primer equipo de la America’s Cup en lograr tres victorias consecutivas. El puerto se llena de aplausos y gritos de celebración mientras el equipo neozelandés cruza la meta triunfante de la 37.ª edición, un auténtico testimonio de su habilidad y determinación, con un toque de magia en cada movimiento.
En ese instante, el espíritu de la competencia y el legado de la America’s Cup se hacen palpables, recordándonos que el deporte, en su máxima expresión, es capaz de conectar a las personas, inspirar sueños y crear momentos que trascienden el tiempo y el espacio.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.
