En ocasiones, ambos conceptos se usan indistintamente, pero ¿significa lo mismo tener la piel seca que deshidratada? Aunque sus características puedan llegar a confundirte, ni son lo mismo ni requieren, necesariamente, los mismos cuidados.
Repasemos las características de cada una de ellas para entender qué le pasa a tu piel y darle exactamente eso que necesita, ¡ni más ni menos!
Índice de contenidos
Piel deshidratada: una condición temporal
¿Observas descamación en algunas zonas, a pesar de no tener la piel seca? ¿Sientes que está inusualmente tirante o apagada? Es posible que tu piel te esté enviando señales de que está deshidratada, es decir, de que ha perdido agua.
La piel puede llegar a deshidratarse en algunos momentos y por determinadas circunstancias, independientemente de si es grasa, seca, normal o mixta. Al igual que, tras hacer deporte o en un caluroso día de verano, debes beber líquidos para evitar deshidratarte, a tu piel puede ocurrirle lo mismo: cuando se agotan sus reservas de hidratación, necesita reponer agua.
La pérdida de agua transepidérmica (o TEWL por sus siglas en inglés) es un proceso natural, regulado en el estrato córneo que constituye la barrera cutánea. Algunos factores externos (clima, contaminación o exposición al sol, entre otros) pueden dañar la barrera, provocando una mayor pérdida de agua. ¿El resultado? La piel se deshidrata.
La buena noticia es que la deshidratación en una condición temporal y en pieles sanas puede revertirse en poco tiempo y con los cuidados adecuados.
Piel seca: una característica
Las personas tenemos un tipo de piel que suele ser, principalmente, grasa, seca, normal o mixta. Tener un tipo de piel u otro viene determinado por diversos factores (genéticos y hormonales, entre otros), que no dependen de nosotros y no podemos controlar.
La piel seca carece de aceites naturales (sebo) y presenta una alteración en el manto hidrolipídico: esto implica que las células de la piel pierden su capacidad para retener agua y, por eso, los síntomas que presenta se asemejan a los de la piel deshidratada.
Pero, al contrario que la deshidratación, la sequedad de la piel no es una condición temporal, sino una característica per se, que sucede cuando el estrato córneo de la barrera cutánea (que regula la permeabilidad de la epidermis) presenta una alteración permanente.
Para entendernos: si tu piel es seca, no dejará de serlo. Y, además de perder más agua, también tiene más dificultad para reponerla.Sin embargo, con una rutina skincare adecuada, podrás cuidarla para evitar las asperezas, enrojecimiento y tirantez, y lucir una piel suave y con mucho glow.
Tips para distinguir si tu piel es seca o está deshidratada:
Piel seca
- Sensación de tirantez, especialmente tras la ducha.
- Fácilmente irritable.
- Aspecto mate (no suele presentar brillos).
- Poros afinados y prácticamente imperceptibles.
Piel deshidratada
- Pérdida de turgencia (haz la prueba: sujeta tu piel entre los dedos y comprueba si tarda más de lo normal en volver a su posición habitual).
- Sensación de tirantez.
- Aspecto inusualmente apagado.
- Puede presentar descamación ocasional.
Cómo hidratar la piel deshidratada
Como sabes, la piel deshidratada necesita reponer el agua que ha perdido. Sigue estos consejos ¡y notarás el cambio!
- Bebe agua. Los 2 litros al día recomendados también sirven para el cuidado de la piel (¿hay algo para lo que el agua no sea un gran remedio?).
- Mantén una dieta equilibrada con un buen porcentaje de frutas y verduras.
- Modera el consumo de bebidas con cafeína y alcohol y evita el tabaco.
- Utiliza siempre fotoprotección e hidrata tu piel con mayor frecuencia tras la exposición solar.
- Puedes optar por una combinación de sérum y crema con ácido hialurónico para mantener tu piel del rostro hidratada en profundidad y durante más tiempo. ¡Es un acierto seguro para tu día a día!
- Aplica una crema o loción corporal, al menos, una vez al día. Insiste en zonas más secas como pies y manos.
Cómo hidratar la piel seca (pero hidratarla de verdad)
La piel seca necesita unos cuidados específicos para restaurar el equilibrio hidrolipídico del que hablábamos: por eso, no solo bastará con hidratarla, sino que necesitarás un extra para retener la humedad y sacar a relucir toda su luminosidad.
Piel seca del rostro
Si quieres sentir la piel de tu rostro suave, tersa y elástica, busca fórmulas ricas que la nutran desde el interior: los ingredientes humectantes como las ceramidas, el ácido hialurónico y la vitamina E ayudan a restaurar la barrera cutánea y mantener sus niveles óptimos de hidratación. ¡Verás tu piel uniforme y luminosa por más tiempo!
¿Buscas un plus antiedad? Puedes incorporar activos antipolución y ultrahidratantes para restaurar la firmeza de la piel y ayudar a reducir las arrugas.
¡Y recuerda! Aplícate protector solar a diario antes de salir de casa. Además de protegerte de los rayos UVA y UVB, previene el envejecimiento cutáneo y ayuda a evitar que tu piel se deshidrate.
Piel seca del cuerpo
Aunque la piel del cuerpo suele estar más protegida ante los factores externos que la del rostro, también sufre las consecuencias de los cambios de temperatura, la exposición solar y otros desencadenantes que derivan en síntomas como el picor, la tirantez y las asperezas.
Las lociones hidratantes con urea permiten hidratar la piel y retener el agua para eliminar cualquier sensación molesta propia de la piel seca y deshidratada. Además, si apuestas por una loción de textura ligera y absorción inmediata, podrás disfrutar de los beneficios de una piel hidratada, sin residuos en la ropa ni sensación pegajosa: te la extiendes, se absorbe, notas tu piel cómoda, te vistes, ¡y listo!
Si tienes la piel muy seca o quieres disfrutar de un extra de hidratación, prueba a incluir urea también en tu gel de ducha. ¡Adiós, tirantez! ¡Hola, elasticidad!
Artículo escrito y revisado por:
Nuestro homónimo encarna el espíritu de abrazar la vida y todas sus maravillas. Como periodistas especializaciones en la salud y bienestar de la piel, exploramos temas que vigorizan los sentidos y mantienen viva la curiosidad. Creemos que una piel radiante es el resultado de un cuerpo y una mente saludables. Tejiendo belleza con ciencia, nuestro objetivo es inspirarte a vivir joven en cada edad.
